La importancia de cerrar ciclos

Escrito por: Psic. Brisleidy Montoya

Las personas son en su totalidad emocionales; nuestros cuerpos emiten el comportamiento que dirigen nuestras mentes y emociones, como estar enojadas y querer golpear algo, o estar tristes y querer aislarse o llorar, o por el contrario, estar felices, sentirnos bien y querer cantar y bailar.

Como seres sintientes, vivimos la vida experimentando cada emoción según las experiencias que tengamos: rupturas, nuevos empleos, problemas familiares o sociales. Estas nos dejan marcas en nuestros comportamientos, por lo que muchas veces no nos dejan avanzar o nos bloquean, sintiendo la necesidad de dejar atrás, de cerrar ciclos y empezar, cortándonos el cabello como un nuevo inicio.

Cerrar es dejar atrás, es soltar y estar dispuestas a comenzar algo nuevo. Decidimos dejar atrás lo que ya no es necesario en nuestras vidas, aquello que sabemos que fue temporal y ya no estará presente, las pérdidas y las despedidas.

Cerrar ciclos también implica agradecer y perdonar, tanto a las demás como a nosotras mismas. Recordar y olvidar son parte del proceso, y la mejor manera de cerrar es recordando lo vivido y permitiéndonos sentir las emociones que esas situaciones nos provocan. Es normal experimentar tristeza, angustia o enojo, lo importante es permitirnos sentir esas emociones en lugar de evitarlas.

Cerrar ciclos requiere valentía y disposición. Entonces, ¿cómo se hace?
- Primero, recordemos la situación que deseamos dejar atrás, reconozcamos cómo nos afectó y dejemos que quede en el pasado.
- Estar dispuestas es fundamental para cerrar ciclos satisfactoriamente. Si aún no estamos listas para soltar lo que nos hizo daño o lo que ya no nos sirve, no nos preocupemos, cada una de nosotras tiene su tiempo para dejar atrás, pero obligarnos hará que sea difícil cerrar ese ciclo de manera satisfactoria.
- Permitámonos vivir las emociones. Es normal experimentar diversas emociones y temer sentir algunas de ellas, como la tristeza o el enojo. Sin embargo, expresar lo que sentimos es necesario para superarlo.
- Alejémonos de lo que nos hace daño, ya sean personas, trabajos, lugares o incluso familiares. Eliminemos aquello que ya no debería estar en nuestras vidas.
- Quedémonos con lo que somos ahora gracias a lo que hemos vivido. Todo pasado deja una enseñanza y nos ayuda a crecer. Proyectémonos hacia el futuro y vivamos en el presente, dejando el pasado atrás.
- Perdonemos. ¿Por qué aferrarnos a algo que ya no está? El rencor y el resentimiento son emociones tóxicas. Perdonemos a los demás y a nosotras mismas, agradezcamos y sigamos adelante.
- Socialicemos en nuestro nuevo comienzo. No nos aislemos, disfrutemos de las oportunidades que nos brinda nuestro nuevo inicio y así cerraremos el ciclo por completo.

Vivamos el presente, agradezcamos y perdonemos el pasado para iniciar un nuevo ciclo.