Escrito por Maholi Díaz‍

¿No les pasa que a veces vemos una serie y nos vemos muy reflejadas en ella? Ciertamente no soy una asesora del presidente de los Estados Unidos ni tengo un esposo embajador, pero Kate Wyler - la protagonista de La Diplomática- serie en Netflix - repentinamente se tiene que mudar a un lugar inesperado,afrontando un nuevo rol, en un nuevo país, en el que tiene que lidiar con cosas muy distintas a las que acostumbra. Eso me hizo pensar en todas las venezolanas que tenemos que migrar y adaptarnos de la misma manera.‍

Comencemos hablando de Kate - una diplomática que prefiere invertir el tiempo resolviendo problemas de guerras y encontrando salidas a conflictos de manera pacífica e inteligente, a elegir qué vestido de gala va a usar en la noche. Su fortaleza, opiniones y conocimiento la hace destacarse, pero a veces su propia grandeza se ve eclipsada por la desconfianza en sí misma y el mundo rodeado de hombres de poder en el que se ve sumergida.  

¿También te pasa?

1. Para luchar en contra de una sociedad que esta diseñada para vernos sumisas, tenemos que ser conscientes de la grandeza de nuestras habilidades, reconocer en que podemos mejorar y siempre confiar en nosotras mismas. No dejemos que nuestros miedos se conviertan en un arma más que hará repetir constantemente la desigualdad.

Ahora. Hablemos un poco del esposo. Por años el ego de Hal Wyler (Rufus Sewell) es lo que condena su matrimonio. A él se le hace muy difícil no ser el centro de atención cuando está tan acostumbrado a una sociedad acomodadora. Cuando ve su matrimonio en problemas, se ve determinado a luchar en favor de su esposa para recuperar su amor.

2. No se puede mantener una actitud pasiva ante situaciones de desigualdad, debemos hacernos sentir y alzar la voz en contra de la injusticia. Como mujeres debemos luchar por nuestro deseo de triunfar y estar con hombres que sientan lo mismo. Y que cuando no quieran colaborar - como el esposo de Kate al principio - poner los puntos claros y no ceder hasta que el cambio sea evidente.

Ahora, Kate consigue la oportunidad de ser Vicepresidente de los Estados Unidos y tiene las cualidades necesarias. Todo el mundo lo ve menos ella. Ya hablamos de la autoestima, pero es importante mencionar otro punto para entender cómo contribuimos y nuestras responsabilidades.

3. Como lo tratamos de hacer en Venezolanas Globales, visibilizar y empoderar a otras mujeres es vital. Como mujeres tenemos una responsabilidad social de luchar por la visibilización y reconocimiento de otras mujeres. Esto genera un aceleramiento del pensamiento y si, se cambia la manera de pensar. A veces no nos damos     cuenta de lo que logramos, hasta que lo decimos en voz alta u otra persona nos ayuda a verlo.

Como ejercicio, preséntate ante una amiga/conocida y di quién eres, dónde estás, y cuáles son tus logros. Profesionales y personales. Escucharlo en voz alta te hará darte cuenta de que has logrado muchísimo. Créeme. 

Para terminar, les quiero contar algo que me pasó cuando me ofrecieron un trabajo hace seis meses. Si aceptaba el trabajo me tenía que mudar a una nueva ciudad, dejar amigos atrás y una comodidad por la que había luchado por seis años desde que me fui de Venezuela… Por la promesa de un nueva y mejor vida apoyada por una mejor posición laboral.

4. Tenemos que luchar por el salario que nos merecemos y apoyar compañías cuya visión sea reducir la desigualdad salarial. 

Aun siendo un riesgo decirle a una compañía en la que has querido trabajar por mucho tiempo o has trabajado por mucho tiempo, que el sueldo que te ofrecen no lo consideras adecuado para tu nivel profesional y el nivel de esfuerzo que va a requerir, debemos saber lo que valemos y demandarlo. Teniendo todos los puntos que te acabo de enumerar en cuenta, debemos ser capaces de entender que todas deberíamos tener los mismos beneficios por nuestro trabajo y al solicitar un salario adecuado se está luchando por una verdadera igualdad de derechos.

Según la ONG Mujeres, “Al ritmo actual la igualdad de género en las más altas esferas dedecisión no se logrará por otros 130 años”. Recordemos que sí tenemos un impacto y hay que seguir luchando para acelerar esta y muchas cifras.

"El sistema delpatriarcado es una costumbre histórica; tuvo un comienzo y tendrá unfinal" - Gerda Lerner