Pensar en el equipo. El efecto Biles
Escrito por Mariángel Paolini Padrón
Hay muchas cosas que quisiera escribir acerca de Simone Biles... sin embargo, su retiro de la final por equipos de Gimnasia artística en Tokio 2020 es sin duda, el tema del momento.
Luego escuchar con atención su declaración en la rueda de prensa y leer muchos artículos -donde tuve que filtrar misoginia, racismo y una profunda ignorancia acerca del los deportes de alto rendimiento- me quedo con un punto que pocos han explorado: Pensar en el equipo.
Mariángel ¿Cómo es eso? si se retiró en medio de la competencia.... fue débil, las abandonó, pensó en "ella" y no pensó en "todas" (esto son algunos de los argumentos que leí en las redes).
Hablemos del trabajo en equipo a la manera tradicional.
En su libro "Pensar en equipo" los hermanos Rodríguez Noé (atletas retirados) proponen que pensar en el equipo, significa trabajar poniendo la voluntad y las capacidades al servicio y rescatan la importancia de los procesos por sobre los triunfos o derrotas individuales.
Tradicionalmente se recomienda dejar a un lado el individualismo y abonar terreno sobre aquellos aspectos comunes. Es pasar del "yo" al "nosotros" pero esta visión está por cambiar y una vez más vamos a hackear tu sistema.
Simone Biles se ha ganado a pulso su fama y admiración. El "efecto Biles" ha sido bien documentado y valorado por miles de personas en EE.UU. y también en el mundo. La fisonomía de la gimnasia (al menos el EE.UU.) está cambiando. Cada vez más atletas afroa incursionan — y se mantienen — en un deporte que, por mucho tiempo, estuvo dominando por atletas blancas
De hecho, la mitad del equipo — Biles, Jordan Chiles y Sunisa Lee — que compite en representación de los Estados Unidos en Tokio 2020 está conformado por minorías. Biles y Chiles son afroamericanas y los padres de Lee emigraron desde Laos.
En la conferencia de prensa que se realizó al terminar la final por quipos. Simone Biles dijo que había salido de la competencia porque “la presión” se había vuelto demasiado intensa. Se dio cuenta que esta situación la estaba afectando y que su desempeño no estaría “al servicio del equipo”. Así que decidió retirarse, confiando que sería lo mejor para ella y finalmente, para todas.
Simone pensó en el equipo y también en ella.
La gimnasia es un deporte extremadamente exigente y en palabras de muchas atletas como Ali Raysman: "castigador". A quienes lo practican, a menudo se les anima, si no se les obliga, a competir a pesar de las lesiones.
Quizás la atleta más famosa en hacerlo fue Kerri Strug, quien, en la final del equipo olímpico de 1996, realizó un segundo salto con un tobillo lesionado antes de ser escoltada fuera de la lona por sus entrenadores. Ese año, el equipo estadounidense ganó el oro, y desde entonces el momento ha sido mitificado como un ejemplo de determinación atlética.
Hoy, ese doloroso salto se describe de manera diferente, menos como un sacrificio heroico que como una tensión innecesaria y en esencia lo que puso fin a su carrera. A Kerry le costó mantener la forma que la había visto ganar el oro en Atlanta y pronto se retiró del deporte.
Kerry pensó en el equipo, pero no pensó en ella.
Este tipo de sacrificios no son ajenos a Simone Biles. Ella ganó un Campeonato Nacional con dedos rotos en ambos pies, un campeonato mundial con cálculos renales, y ha llevado la carga de ser uno de los rostros de las sobrevivientes de la agresión sexual cometida por Larry Nassar.
Simone es valiente, es una gran atleta y por sobre todo una magnifica líder de equipo. Durante su participación en estos Juegos Olímpicos quienes la vimos en vivo pudimos darnos cuenta que Simone se había "perdido" en el aire en su salto estándar (un Amanar con giro y medio, que por lo general completa con facilidad). Aterrizó en cuclillas tan profundas que casi se sentó en la colchoneta, y luego dio un fuerte paso hacia adelante (la memoria muscular hizo lo suyo para rescatarla de más penalizaciones). Su puntuación fue 13.766, la valoración más baja de las tres en esa rotación.
Algunos analistas coinciden que, si no se hubiese retirado, el equipo no habría alcanzado la plata y ella pudo terminar seriamente lesionada.
Preservar la integridad personal es ante todo una acción que contribuye al equipo, aunque parezca netamente individualista.
¿Qué te parece esta visión de lo que sucedió con Simone Biles?
El trabajo en equipo es una poderosa competencia para desarrollar en el entorno corporativo. Hacerlo sin vulnerar la individualidad de sus integrantes es un delicado equilibrio que necesitamos entrenar.
Si buscar potenciar a tu equipo, estoy a tu servicio. Escríbeme a mariangel@hackeatusistema.com