Equilibrar tu vida personal y trabajo freelance, si eres mamá, ¿es posible?

Escrito por Rosmily Ramos Gómez.

Este es uno de los retos más grandes que enfrentan muchas mujeres hoy en día. (Soy una de ellas). Ser mamá y trabajar freelance implica una gran responsabilidad, dedicación y organización, pero también implica una gran satisfacción, libertad y flexibilidad.

¿Cómo lograr entonces un equilibrio entre tu vida personal y tu trabajo, sin descuidar ninguno de los dos? ¿Cómo evitar el estrés, el cansancio y la culpa que a veces nos invaden?

Fórmula mágica no hay, pero sí te comparto consejos para que puedas hacer un "balance entre vida personal y trabajo".

·          D𝗲𝗳𝗶𝗻𝗲 𝘁𝘂𝘀 𝗽𝗿𝗶𝗼𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝘆 𝗼𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀. Lo primero que debes haceres tener claro qué es lo más importante para ti, tanto en tu vida personal como en tu trabajo. ¿Qué quieres lograr? ¿Qué te hace feliz? ¿Qué te motiva?

·          E𝘀𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲𝗰𝗲 𝘁𝘂𝘀 𝗺𝗲𝘁𝗮𝘀 a corto, mediano y largo plazo, y sé realista con lo que puedes hacer.

·          𝗣𝗹𝗮𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮 𝘁𝘂 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝘆 𝘁𝘂𝘀 𝘁𝗮𝗿𝗲𝗮𝘀. Organizar tu agenda y tus actividades, de acuerdo con tus prioridades y objetivos te ayudará muchísimo. Asigna un tiempo para cada cosa y respétalo.

·          𝗡𝗼 𝘁𝗲 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲𝗰𝗮𝗿𝗴𝘂𝗲𝘀 𝗻𝗶 𝘁𝗲 𝗱𝗶𝘀𝘁𝗿𝗮𝗶𝗴𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝗲𝘀𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝗹. Aprovecha los momentos de mayor energía y concentración para las tareas más importantes o difíciles.

·          E𝘀𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲𝗰𝗲 𝗹í𝗺𝗶𝘁𝗲𝘀 𝘆 𝗰𝗼𝗺𝘂𝗻í𝗰𝗮𝗹𝗼𝘀. Marcar los límites (necesario en muchos aspectos de nuestras vidas), entre tu vida personal y tu trabajo, y hacerlos saber a los demás.

·          𝗡𝗼 𝗺𝗲𝘇𝗰𝗹𝗲𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝘀𝗽𝗮𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗻𝗶 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝗼𝗹𝗲𝘀. Dedica un lugar específico para trabajar, y otro para descansar o compartir con tu familia. Informa a tus clientes, colegas y familiares sobre tus horarios, disponibilidad y expectativas.

·          𝗡𝗼 𝗮𝗰𝗲𝗽𝘁𝗲𝘀 𝗺á𝘀 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗲𝗷𝗮𝗿, 𝗻𝗶 𝘁𝗲 𝘀𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮𝘀 𝗼𝗯𝗹𝗶𝗴𝗮𝗱𝗮 𝗮 𝗮𝘁𝗲𝗻𝗱er 𝘁𝗼𝗱𝗮𝘀 𝗹𝗮𝘀 𝗱𝗲𝗺𝗮𝗻𝗱𝗮𝘀.

·          D𝗲𝗹𝗲𝗴𝗮 𝘆 𝗽𝗶𝗱𝗲 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮. Debes reconocer que no puedes hacerlo todo sola, ni tienes que hacerlo todo perfecto. Aprende a delegar algunas tareas o responsabilidades, tanto en tu trabajo como en tu hogar. Busca el apoyo de tu pareja, tus hijos, tus familiares o tus amigos. Contrata a alguien que te ayude con la limpieza, el cuidado de los niños o la contabilidad. No tengas miedo ni vergüenza de pedir ayuda cuando la necesites.

Debo confesar que en mi condición de migrante esta es la que más me ha costado, no por no querer sino por no poder, pero solucionando, solucionando...

·        Cuidade ti misma. También debes cuidar de tu salud física, mental y emocional. No te olvides deti misma ni de tus necesidades.

Una vez, en una situación de salud alguien me dijo que recordara que en el avión debes ponerte primero la mascarilla de oxígeno tú, antes de ponérsela a tus hijos... Qué razón tenía.

·        Dedica un tiempo para ti, para hacer lo que te gusta o te relaja. Come bien, duerme bien, haz ejercicio, medita, respira. Date un capricho de vez en cuando, sin sentirte culpable. Recuerda que eres una persona antes que una mamá o una trabajadora.

 

BONUS EXTRA

·        Celebra tus logros y aprende de tus errores. Reconocer y valorar todo lo que has conseguido con tu esfuerzo y dedicación. No te compares con los demás ni te fijes solo en lo que te falta. Sé agradecida con lo que tienes y orgullosa de lo que has hecho. También acepta tus errores y aprende de ellos. No te castigues ni te desanimes por fallar. Busca el lado positivo y la oportunidad de mejorar.

·        Busca el equilibrio, no la perfección. Y, por último, es entender que el equilibrio entre tuvida personal y tu trabajo no es algo estático ni absoluto. Es algo dinámico y relativo, que depende de ti y de las circunstancias. No pretendas tenerlo todo bajo control ni hacerlo todo bien.

Sé flexible y adaptable, y busca lo que mejor se ajuste a ti y a tu situación. Recuerda que el equilibrio es un proceso, no un resultado.

¡Sé que te sentiste identificada!, (ojo y si no eres mujer, pero tienes esposa, amigas, pareja, que necesiten leer esto muéstraselo). Porque estoy segurísima que necesitan leerlo, sentirnos reflejadas nos ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva y utilizarlo para mejorar constantemente.


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